viernes, 11 de noviembre de 2011

Crisis Vs. Empatía.-


Crisis Vs. Empatía, o todos somos uno y uno está en nosotros.-

Ana Isabel de Palacio del Valle Lersundi nació en Madrid el 22 de julio de 1948, segunda de los siete hijos que tuvieron Luis María de Palacio y de Palacio, marqués de Matonte, oriundo de Portugalete (Vizcaya), y Luisa del Valle Lersundi, nacida en Deva (Guipúzcoa).Si su hermana Loyola se inició en la política de la mano de Manuel Fraga en Alianza Popular (AP), Ana tuvo siempre en José María Aznar a su principal valedor; fue él quien la persuadió para que se presentara a las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 1994 con el número diez en la lista del Partido Popular (PP), pese a sus conocidas reticencias hacia los partidos políticos.

“Apenas resuelta la crisis con Marruecos, el conflicto de Iraq volvió a perturbar la gestión de la ministra española, que multiplicó sus intervenciones tanto en el Consejo de Seguridad de la ONU, del que España era miembro no permanente desde el 1 de enero de 2003, como en las reuniones de ministros de la Unión Europea. Palacio, que siempre defendió la estrategia de Estados Unidos, se mostró especialmente dura contra Iraq en la intervención que siguió al informe del jefe de la Comisión de las Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección (Unmovic) del desarme de Iraq, Hans Blix, ante el Consejo de Seguridad, el 27 de febrero.

Siguiendo la misma argumentación que estadounidenses y británicos, la ministra española defendió que la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de la ONU era jurídicamente suficiente para recurrir a la fuerza, puesto que su vulneración por Iraq constituía «una violación patente» de la que se derivaban «graves consecuencias», eufemismo diplomático para referirse a la intervención militar. No obstante, batalló a favor de una segunda resolución por motivos políticos. Según Palacio, las resoluciones del Consejo de Seguridad tienen «una naturaleza muy particular porque son un convenio entre las naciones del que se deriva un valor jurídico inequívoco».

Antes y después de la guerra de Iraq, la jefa de la diplomacia emprendió una trepidante actividad y viajes sin tregua, de Nueva York a Teherán, de París a El Cairo y Damasco, para explicar la posición española de apoyo diplomático a Estados Unidos, de no beligerancia y participación activa de un pequeño contingente de tropas en tareas humanitarias, en medio de una clamorosa y constante oposición interna.”

Si viaja con el DNI es que sólo va a Bruselas, y si lo pierde es que es muy confiada y/o despistada, y si además hace levantar un avión entero hasta encontrarlo es que es tonta, tonta sin remedio, la pobre Ana sin Palacio. Pero el avión no despega hasta que no aparece el documento de la Sra.

Y yo compartiendo flujos y nervios, en inglés, con una cómplice de genocidio. Con una de las protagonistas de mi última lucha “armada” (véase movilización) en el 2003.

Y ahora solo digo tonterías y frases inconexas, por empatía, porque la pobre no cabía en dos asientos de Iberia, por su ansiedad y dolor, por ver su desgracia, por piedad. Hasta que se me olvide su patética persona.

Y por ese tribunal internacional que juzgará todo esto cuando ella ya haya muerto.