
Las medidas acordadas ante la crisis en el proceso de negociación con la industria del automóvil, ignoran las propuestas de la Comisión de Medio Ambiente de la UE, restándole legitimación en su intento por reducir las emisiones de CO2 procedentes del transporte.
Las multinacionales del automóvil, incluso la FITIM Federación Internacional de Trabajadores de Industrias Metalúrgicas han presionado lo suficiente al Equipo de Transición Obama para evitar que, en lo inmediato, se pierdan miles de puestos de trabajo.